Me veo en las luces del metro
parpadeando la próxima llegada
obvias
las farolas entumecen a cualquiera
a su lado, un megáfono
anuncia:
mi nombre
un nombre
acostumbrado a adiestrar
el camino torcido de sus letras
tú y yo
acostumbradas a huir a la otra vía
no vaya a ser que nos pille la oscuridad
descalzas
y se duerman las naranjas
rascando el final de las cenizas
tropezar bajo cómplice balcón
manchar el pavimento con las bragas
y de bruces
arrancada
de cuajo tu lengua, mi antigua lengua
arriba del bordado, Filomena,
aguantando la cresta densa de su ola
A
sostiene el retraso del mundo
acriminadas a un costado del riel
las mandíbulas rotas
de las suicidas
cantan cómo pesa haber nacido
pendulando
la bandera negra
en la última vocal
el último espanto
*La imagen principal corresponde a la obra «Ruptura» (1955) de Remedios Varo.
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